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47 años al servicio de la vida, la paz y la libertad interior, dirigida por Ana Inés y Julio Avruj

 

 

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Actualizado a marzo de 2014

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Programa educativo

Construir desde el Alma 

Una puerta hacia la Libertad 

 

 

Introducción

Si el enunciado lo ha sorprendido, quiero decirle que estoy proponiendo construir de un modo más humano, esto es, desde una instancia creativa que manifieste en obras la integración de la mente racional y la mente del corazón.

Trataré de explicarme:

  • Una escalera es un excelente medio de vinculación entre varios pisos, pero puede transformarse en una valla insalvable para una persona con cuadriplegia y su silla de ruedas.

  • Una botonera vertical en un ascensor puede quedar muy linda, acorde con el sentido de elevación; sin embargo, puede dejar marginadas a personas de baja estatura, por ejemplo, a los niños. Por otra parte, los botones usuales de cabina son ilegibles para los ciegos.

  • Las alacenas inferiores de nuestras cocinas, si bien aumentan la capacidad de almacenaje, son un serio obstáculo para una anciana que necesite cocinar sentada.

  • Un piso brillante en una escalinata o hall de acceso dará sensación de pulcritud y limpieza, pero ¿imaginamos lo resbaladizo y peligroso de este lugar cuando llueve?

Construir desde el alma implica darse cuenta que una simple rampa bien hecha en un acceso a un edificio, una botonera con indicaciones en Braille, un pasamanos en el lugar adecuado, o un rebaje de cordón de acera pensado para la gente, pueden transmutar barreras y convertirse en instrumentos de integración, y que en tantos otros elementos edilicios tan comunes en los que antes no habíamos reparado, existe la posibilidad de ser re-pensados y de encontrar soluciones técnicas integradoras, generadores de sonrisas, bienestar y realización. 

Producir estas aperturas de barreras es ayudar a que más y más personas se incorporen a formas más dignas de vida, a que adquieran mayor libertad funcional. Es también prestar un importante servicio a la Comunidad, pero el gran descubrimiento será que el mayor servicio y la mayor gratificación se lo irá brindando a usted mismo en esta tarea, dignificándose como ser humano más pleno."

A modo de conclusión.

A  Construir Desde El Alma  fue el compromiso que tomé conmigo mismo en Junio de 1989. Esto haría de aquí en más en los nuevos edificios y curaría también las “patologías” de los edificios existentes, fuesen estos públicos o privados. Julio Avruj

GENESIS DE LA IDEA
Génesis del Edificio

Hasta donde yo recuerdo siempre tuve vocación por construir, y esta línea de acción se manifestó de muy diferentes maneras a lo largo de mi vida.

De niño, hacía casitas con arena en la playa; de joven, trabajé en la carpintería de la familia siguiendo la tradición de mi padre, abuelos y bisabuelos. Me gradué de ingeniero civil y fundé empresas de construcción que realizaron más de 60 edificios. Siempre investigando acerca de ese misterio tan marcado en mi sangre. Motivaciones externas e internas hicieron que la expresión de esta vocación de construir se transformara. Desde la búsqueda preponderante de afirmación económica y personal hasta la tendencia prevaleciente de orientación al servicio comunitario - paralelo a un proceso de indagación interior - viví desde 1968. La percepción de que había algo más profundo a descubrir estuvo siempre, y las circunstancias de mi vida me empujaron a descubrirlas.

Después del accidente de mi hijo Gabriel (abril de 1987) me di cuenta que mi forma de construir se revelaba inadecuada tanto para él – que debe desplazarse en silla de ruedas - como para ancianos, niños, mujeres embarazadas, y tantos otros seres con movilidad “no standard”. Paralelamente a mi profesión venía desarrollando con mi esposa un comprometido trabajo de transformación interior, por lo que no obstante el profundo dolor producido por la irrupción de la discapacidad de nuestro hijo, decidí no quedarme estancado en el pesar, sino transmutar esta profunda pena en llaves para abrir nuevas puertas de comunicación e integración de más y más personas. Liberar accesos a seres habitualmente discriminados en mi país, marginados y postergados en su evolución, muchas veces por causas aparentemente tan triviales como un escalón.

Decidimos entonces utilizar todos los recursos económicos familiares para construir un edificio emblemático.

Desde esta nueva apertura de conciencia pretendía cambiar los conceptos arquitectónicos en la Argentina. Crear una arquitectura más equitativa, que brindase igualdad de oportunidades a todas las personas para que desde esta base niveladora cada una de ellas pudiese manifestar su potencia latente.

Estaba amaneciendo a una nueva forma de construir.

Esta pulsión transformadora daba lugar a la posibilidad de construir desde el alma. Una respuesta integradora a la fragmentación generada por la separación ilusoria nacida en la mente del hombre. Una visión globalizadora más compasiva.

Construir desde el alma es también construir un puente de integración entre la mente racional y la mente del corazón, y uno de los resultados concretos de este esfuerzo puede verse en Buenos Aires en Avda. Cabildo 2720, un verdadero mandala viviente.

El aprendizaje más profundo es que un mundo mejor para todos es posible, y que la ingeniería, la arquitectura, los ladrillos, vidrios y acero son fundamentalmente instrumentos para la verdadera construcción: la construcción interior. 

 

 

 

 

 

 

 

 

El edificio Sin Barreras I

Consta de 4 locales comerciales; 23 unidades funcionales destinadas a viviendas, consultorios y/u oficinas; 2 pisos dedicados al funcionamiento de Conciencia Sin Barreras, y otro piso previsto como futura expansión de esta institución y para brindar espacios de expresión a otras personas y organizaciones que compartan la Visión.

Fue concebido con una mirada integradora, de modo que sus diseños, materiales y sobre todo la intención de sus mentores estuvo orientada a posibilitar el ingreso, circulación y habitabilidad de todas las personas, independientemente de sus posibilidades de desplazamiento.

Niños, ancianos, personas en silla de ruedas, sordos y ciegos y público en general  se sorprenden hoy gratamente al sentirse bienvenidos, sin discriminación. Nadie queda afuera.

La intención de posibilitar el acceso a todas las personas alude también a materializar un principio de equidad, de nivelación de oportunidades para todos, para que desde esta plataforma mínima de nivelación cada ser pueda  -sin obstáculos edilicios- manifestar sus potencias latentes y creatividad en beneficio de todos los seres.

Por medio de una suave rampa accedemos a un acogedor hall de entrada, y allí nos encontramos simbólicamente con todos elementos de la naturaleza. Somos recibidos por el agua, presente en una sonora cascada; el fuego, representado en las luces y las botoneras de llamada de los ascensores; la madera, en texturas y revestimiento de algún muro; el metal, en las puertas; y la tierra en materiales y colores del piso. Se destaca en el piso la presencia de una hermosa flor de loto en piedra.

La Flor de Loto, arquetípico símbolo del poder de la transformación, está presente en cada molécula de esta obra.

Un collar pulsante de quince de ellos, alineados verticalmente y enhebrados por un virtual eje de luz, genera el campo etérico del edificio. Uno en correspondencia con cada piso y de luminosidad ascendente como el sentido de elevación de los ascensores que están frente a ellos. Estos fueron concebidos con indicaciones en idioma Braille, señales visuales y sonoras, y automatismos no violentos.

Colores y formas tienden a inducir a la armonía, algunos materiales: al silencio.

El terreno es casi triangular. Su límite Sud/Sudoeste no está en cuadratura con la Línea Municipal y determinó que este muro medianero requiriese realineación virtual. Y así se hizo. La sucesión de cinco mandalas circulares construidos con cuarenta y cinco ladrillos de vidrio representando las cinco formas básicas que construyeron nuestro mundo están representadas allí y tienen ese propósito, y aluden también al poder regenerador del loto.

El trasponer la Puerta del Sol del piso once brinda acceso a la sede de Conciencia Sin Barreras, institución dedicada a la vida, la paz y la libertad interior. 

Sus salas

Antakarana, Anka Azul, Amikejo, son algunas de sus salas; cada una aludiendo a milenarias tradiciones espirituales. Cámara de los Espejos del maestro Fat-Sing, el Psicomanteum y el Laberinto de Chartres son otros. El Atalaya, Jai y el Inti Punko del piso 12 completan el inmenso Mandala denominado Sin Barreras I.

Todo fue intuído, pensado y construido utilizando mantras, meditaciones, la práctica de valores humanos y la fuerza infinita que genera la unión de los corazones de muchísimas personas. Y constituye un hito fundacional, otro testimonio real de que una vida más humana para todos los seres es posible, y requiere de cada uno de nosotros como sus imprescindibles Constructores.  

 
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