Ingeniería Compasiva: un testimonio vivencial
Una visión transpersonal de la ingeniería en acción
El espíritu transpersonal nos habla de una Conciencia de Unidad. Una interconexión subyacente a todo y todas las cosas. Se relata en este artículo como "el construir" - la profesión del autor-, se le manifestó de diferentes modos a lo largo de su vida. En cada caso coincidentemente con su nivel de búsqueda y desarrollo interior. Podrá verse que las características peculiares a cada etapa forman parte de un proceso, en donde la inducción al cambio fue muchas veces motivada por la incomodidad y/o el dolor, y también, que la apertura a nuevas posibilidades y su materialización en la vida cotidiana hacían brotar en él semillas de bienestar y plenitud. Intuye Julio Avruj que el aquí llamado "espíritu de la ingeniería" es simplemente una energía que guía el sentido de su existencia, una suerte de patrón de funciones. Y expone a continuación su experiencia pensando que mostrar esta visión amplia puede ser útil para que otras personas indaguen en sí mismas a efectos de encontrar lo trascendente y milagroso en su propia actividad, profesión y vida, y sea volcado "en forma de obras personales" para beneficio de todos los seres. |
Cuando
el espiritu transpersonal se canaliza a través de la ingeniería...
..
...Esta historia comienza en Polonia en
el siglo XIX, que es hasta donde llegan los recuerdos y relatos de mi
madre, de 89 años.
...Mi padre, de oficio carpintero,
arribó a la Argentina como inmigrante en 1930, y al poco tiempo y junto
con su hermano mayor que ya residía aquí, establecen en Buenos Aires
un taller para la fabricación de muebles. Su padre también era
carpintero en Europa, aunque fabricaba lo que llamamos "obra
blanca": puertas, ventanas y escaleras de madera para viviendas.
Esta especialidad en escaleras es la que, sin saber por qué, siempre me
fascinó.
...Mi madre llegó a este país en
1936, desde la pequeña ciudad de Kobryn, en Polonia, donde mis dos
padres nacieron y abandonaron en busca de mejores horizontes - y huyendo
del acoso antisemita -, y que ahora es territorio ruso. Mi abuelo
materno era maestro de carpintería en las escuelas técnicas O.R.T. de
su pueblo, y sus abuelos paternos también trabajaban en labores afines:
tala de árboles y comercialización de madera.
...Ahora me doy cuenta que desde muy
chico manifiesté la misma tendencia familiar en lo que hacía a la
madera y la construcción. Por una parte jugaba y crecía como todos los
niños, pero mostraba un interés especial por ciertos juegos. Con
frecuencia utilizaba cajas y maderas haciendo "casitas", y
cuando iba de vacaciones a la playa con mis padres y hermanos, me
apasionaba construyendo casas de arena que arreglaba con minucioso
cuidado. No me gustaban los deportes competitivos ni los juegos
violentos; mis elecciones, en general, eran actividades introspectivas.
...Estudiaba como todos los chicos de
mi edad pero, alentado por mi padre, dedicaba muchos fines de semana
-desde que tuve 10 años de edad- para trabajar junto a él y a mi
hermano mayor en el taller de carpintería de la familia.
...La influencia de la herencia
judaica, la familia, el trabajo persistente, el estudio, y la
posibilidad de evolucionar están presentes en mí como semillas
sembradas y regadas por mis padres desde siempre en mí, y en mis cuatro
hermanos.
...Con el tiempo llegó el momento de
decidir la orientación de mis estudios secundarios: no dudé en
ingresar a una Escuela Técnica y especializarme en construcciones. Mis
progresos en la carpintería y en mis estudios fueron simultáneos y, a
los dieciocho años, me gradué de Maestro Mayor de Obras, lo que en la
Argentina significa estar habilitado oficialmente para construir
viviendas de hasta cuatro pisos.
...Con dos ex-compañeros de mi edad
armamos un pequeño estudio, y nuestro primer trabajo profesional fue,
con dinero de mi padre, levantar un piso más sobre el edificio donde
funcionaba el taller de carpintería de la familia. Por otra parte ya
poseía cierta práctica en obras por haber trabajado siempre con mis
propias manos -y también en el tablero de dibujo en una empresa de
construcciones- desde los 15 años. Sin necesidad de ningún test
vocacional y sin titubeos ingresé más tarde a la facultad de Ingeniería
de la Universidad de Buenos Aires, donde me gradué, en tiempo normal,
de Ingeniero Civil en la especialidad Construcciones y Vías de
Comunicación (1963).
...Tenía 25 años de edad y, en mi país,
era una época de crisis laboral. A pesar de la difícil situación que
pasábamos, decidí, junto con otros egresados como yo, viajar
austeramente por Europa y el Cercano Oriente durante seis meses, lleno
de la ilusión de ampliar la mirada para mi futuro camino profesional.
...En el año 1965, y a instancias de
un colega 10 años mayor que yo, constituimos una empresa de
construcciones llamada "José Noé y Julio Avruj Ingenieros
civiles", sin que mediara entre nosotros ningún contrato formal.
Era una empresa que se apoyaba sólo en la "palabra de honor".
Esta empresa fue muy próspera y se mantuvo activa durante casi 16 años.
...La sociedad que integraba en ese
momento con mi padre y mi hermano, resolvió la inversión económica
inicial que nos permitió construir la primera obra de cierta magnitud
en esta nueva etapa de mi carrera. Fue en este momento que me desvinculé
de la carpintería para dedicarme a la construcción de edificios.
...En 1967 conocí a una joven de 18 años
recién egresada de la escuela secundaria y futura estudiante de
Psicología. En ese momento yo era un joven y exitoso ingeniero y
empresario y, a pesar de la aversión y rechazo que sentía hasta ese
momento por las disciplinas de la mente nos enamorarmos, al año
siguiente nos casamos, y la acompañé y alenté durante años en su
formación universitaria.
...Como fruto de esa unión, nacieron
dos hijos y, también, otro tipo de hijos.
...A medida que ejercía mi profesión
y mi actividad de empresario, con el estímulo de mi mujer y desde el
inicio mismo de nuestra relación, emprendimos juntos el camino por la
Escuela del Cuarto Camino de Gurdjieff, por la bio-psico-energética,
por la Parapsicología y la Radiestesia, y por la Logoterapia, todo el
tiempo asimilando enseñanzas. Más adelante entramos en el Budismo
Tibetano, estudiamos Psicosíntesis, y nos formamos como instructores de
Yoga y Meditación.
...Trabajamos trece años seguidos en
una estrictísima Escuela de Autoconocimiento. En el ínterin comenzamos
a dar clases de Hatha Yoga, coordinamos grupos de reflexión y
auto-indagación, asistimos a congresos, aprendimos elocución y dimos
cursos y conferencias. Incursionamos en prácticas de servicio
comunitario en zonas marginadas, y fundamos un Centro de Enseñanza e
Investigación Transpersonal de Disciplinas de la Conciencia.
...Pero así como las áreas que
descubríamos con mi mujer me aportaban una plenitud creciente, el
ejercicio de mi profesión de ingeniero se me hacía cada vez más incómodo.
Notaba una profunda y dolorosa división interna: comprobaba que por un
lado iba el corazón y, por el otro, mi trabajo y los negocios con sus
habituales prácticas egocéntricas.
...Problemas laborales, informalidades
de los gremios, la lucha por la supervivencia, la competencia
despiadada, las especulaciones comerciales, la hipocresía y la mentira,
la opresión de las entidades bancarias, la dependencia y el
condicionamiento para el ejercicio profesional, y hasta las leyes, se me
volvían cada vez más sofocantes.
...Hastiado de todo esto y convencido
de que el problema era mi trabajo, decidí en 1976 - y no
sin dolor- abandonar mi profesión dado que en ese momento de mi vida ya
no "la amaba tanto", y me consagré a los cursos, al yoga, a
la meditación.
...Mi socio creyó que me había vuelto
loco o que me habían hechizado. No podía comprender cómo abandonaba
una carrera tan promisoria. Mis familiares, amigos y colegas, tampoco
podían entender cómo un profesional exitoso y en la plenitud de la
vida, que había realizado casi 60 edificios de viviendas y obras
industriales, podía abandonar tan promisoria trayectoria. Llegó un
momento en que vi a la construcción, de la que hasta aquí me había
servido, como una cárcel. Para mí, era sencillo, la profesión
de ingeniero no tenía alma, y por eso la abandoné en busca de
mayor libertad.
...El primer año sentí un gran
alivio, tenía ahorros, tiempo para viajar, más tiempo para leer y
meditar. Me sentía como un rey. Pero, a partir del segundo año de mi
cambio de vida -y a pesar de los logros personales a nivel espiritual-
los efectos de mi voluntaria mutilación profesional se me hicieron
inaguantables. Evitaba pasar por edificios en construcción pues la
nostalgia de ese trabajo me dolía.
...Descubrí así que el
constructor no estaba muerto, solo dormía y estaba a la
expectativa por salir... tuve que reconocer que aún tenía mucho
por decir y hacer.
...En 1982, se le declaró una diabetes
mellitus a mi pequeña hija de 5 años. La desesperante situación
familiar ante este dolor sólo comenzó a cambiar con el paso del tiempo
y pudimos, entonces, vislumbrar una cierta comprensión del tema.
...La comprensión apareció cuando,
junto a mi esposa y al bravo grupo de compañeros de trabajo espiritual
de la Escuela de Autoconocimiento a la que en esos momentos concurríamos,
empezamos a investigar esta extraña enfermedad. Nos preguntábamos además,
¿Por qué a ella?... ¿Por qué a nosotros?... ¿Por qué en este
momento?... ¿Para qué? ... ¿Cuál es el sentido?... ¿De qué se
trataba todo esto? ¿Enfermedad de las células beta? ¿de los islotes
del páncreas? ¿de la incongruencia entre los síntomas de desnutrición
de Mariela a pesar de su abundante alimentación? ¿del riesgo de
muerte? ¿una enfermedad social, tal vez... o como karma personal? ¿como
Dharma individual y familiar?... y así, miles de preguntas.
...Como una suerte de respuesta, en
parte, a lo aprendido en esas investigaciones y auto-indagaciones comencé
a trabajar ad honorem en poblaciones carenciadas, inclusive desde el
ecumenismo. Allí construimos guarderías infantiles, viviendas sociales
y redes de agua potable, adecuamos escuelas, organizamos planes de
alimentación a familias de bajísimos recursos, todo por esfuerzo
propio y con la ayuda de los interesados; también incursioné en el
campo de las energías alternativas en lugar del uso de combustibles fósiles.
La consecuencia de esta apertura fue una mejoría en mi sensación
interna.
...Al trabajar en áreas de servicio a
la comunidad retomé -aunque parcialmente- mi profesión de ingeniero y
comencé a comprender que el alma de mi trabajo y mi propia rehabilitación
pasaban por la ayuda a los que menos tenían, las personas pobres. Pero,
a pesar de trabajar activamente en estas áreas, aun conservaba grandes
fragmentaciones en mi interior.
...Mi conocimiento había progresado. A
partir de ese momento creía - dada mi propia experiencia - que por un
lado estaba siempre el negocio, y por el otro el corazón, unido al
servicio. Había descubierto una nueva alegría pero había aún mucho
dolor y frustración en mi corazón, junto a una cálida nostalgia que
todavía no comprendía. Supe después que algo importante faltaba. En
mi trabajo interno progresaba. Mis meditaciones eran profundas, ricas;
mis maestros compasivos me guiaban y, a pesar de todo, algo faltaba.
...Admiré a Gandhi, a San Juan de la
Cruz, Martín Buber, Ramana Maharishi y Victor Frankl; y planeaba para
cuando mis hijos crecieran, retirarme a un monasterio a la India, y en
mi propia e inconsciente soberbia ya pedía nuevas pruebas para mi espíritu.
No se hicieron esperar... llegaron, y fuertes.
...Fue en el año 1987. Nuestro amado
hijo Gabriel sufrió un accidente de auto y, a los catorce años de
edad, quedó cuadraplégico por lesión medular, paralizado físicamente
desde el pecho hacia abajo.
...A partir de este momento, vivimos
tres a cuatro años terribles. Mi incomprensión por lo sucedido, la
frustración y mi propia impotencia me llevaron a tocar fondo, a
abandonar absolutamente todo, y a caer en una profunda depresión
-posiblemente debido a la coraza que aún cubría mi corazón- de la que
penosamente salí años después cuando gracias al apoyo de mi esposa,
de mi familia y de mis amigos, logré recuperar mi conexión interna.
...Cuando Gabriel volvió de las
internaciones hospitalarias a nuestra casa, poco a poco me di cuenta que
mi propio hogar, ubicado en un hermoso y muy confortable edificio, con
piscina y solarium y del que me había sentido orgulloso hasta entonces,
era una barrera para la libre circulación de mi hijo en silla de ruedas
y a nadie podía culpar dado que yo mismo la había construido años atrás.
...Gabriel, no era el problema.
El problema eran los escalones de mi casa, los ascensores chicos, los baños
inadecuados para el ingreso con silla de ruedas, la grifería no pensada
para su situación, los bajo-mesadas de cocina que no le permitían
aproximarse sentado en su silla, la altura y diseño de los
interruptores de luz, etcétera. La sociedad de consumo tampoco era el
problema; ni la legislación, los gobernantes, los políticos, el
F.M.I., ni yo mismo... aunque ese edificio había sido, hasta ese
momento, mi creación más preciada.
El problema había sido mi limitada visión de la realidad, mi propia
ignorancia.
...En otras palabras, el problema de
fondo -tan común en nuestras ciudades sudamericanas- pasaba por diseñar
edificios, espacios públicos y privados y medios de transporte, con
pseudo valores que privilegian lo estético, lo económico o el
tecnicismo, y no al ser humano, verdadero destinatario de toda creación
profesional.
...¡Qué escotoma ! ¡Qué confusión
! ¡Qué ignorancia!
...Algo ocurrió en mí, en ese
momento. De pronto supe, una iluminación, una profunda comprensión y
una enorme alegría ante la visión de una nueva posibilidad
transformadora de mi profesión: construir un "puente".
...Poner los cuantiosos recursos que
brinda la tecnología actual al servicio de las personas con necesidades
funcionales especiales; los discapacitados...poner la tecnología al
servicio de la gente para tender un puente de mayor integración -en lo
funcional- a más y más personas, para que todas podamos tener la
misma oportunidad de acceder a una vivienda, oficina, a un teatro, o
a un medio de transporte... ser uno más.
...Karma Yoga, hacer un nuevo Yoga
del Karma, y otra vez abrirme a la intuición y utilizar las señales
de la vida como mojones para mi auto-conocimiento y sanación.
...Construir enriqueciendo los diseños
con soluciones que satisfagan también las necesidades especiales de
Gabriel, sería el paso siguiente. La Luz de la Reparación.
...Tratar de verlo funcionar a Gabriel
para dar respuesta a este nuevo desafío profesional me llevó a verlo
desde su alma, desde el alma de Gabriel. Desde sus carencias y dolores,
y también desde sus sueños, esperanzas, y posibilidades. Surgieron así
multitud de nuevas ideas para poner en práctica en las obras.
...Atravesar las barreras de
incomunicación con el corazón de mi hijo produjo más sorpresas: me
llevó a contactar con los sueños, esperanzas y potencialidades de
personas en situación parecida, también con los ancianos y los niños,
las personas ciegas, los obesos, y tantísimos otros seres con
necesidades y potencialidades especiales discriminados por la sociedad
y, hasta ese momento, también ignorados por mi.
...Todavía quedaba un descubrimiento
mayor: su corazón, el corazón de Gabriel, el de estos seres y el mío,
tenían el mismo palpitar, eran un mismo y único corazón.
El Maestro estaba en mi propia casa, y hasta ese momento no lo había
visto.
...Aquí sí ocurrió el verdadero
flash, el verdadero Big Bang interior y, como estaba escrito, a esta
nueva iluminación correspondió otro Karma Yoga que fue aprender a Construir
para Todos, a equiparar las posibilidades de todos, de todas las
personas, para crear las condiciones físicas -desde mi profesión de
ingeniero- que establecieran una plataforma como base de lanzamiento a
la manifestación creativa y al sentido de la vida de todos los seres,
ya que las barreras arquitectónicas y urbanísticas existentes hasta el
momento, los discriminaban del circuito activo de la vida.
...¿Y cual sería la bibliografía a
utilizar para semejante odisea? Ni mas ni menos que recurrir al hilo que
había hecho posible para mí un verdadero contacto con mi hijo: el
amor. Construiría entonces desde el amor, desde el alma, agudizando
la observación de las necesidades de los demás desde los ojos de la
carne, la mente, y el espíritu.
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(Gacetilla presentada en ocasión de haber sido invitado a exponer estas
ideas públicamente en Aluminé, Universidad del Hombre. Agosto 21 de
1996)
"CONSTRUIR DESDE EL ALMA, UNA PUERTA HACIA LA LIBERTAD
Si el enunciado lo ha sorprendido, quiero decirle que estoy proponiendo
construir de un modo más humano, esto es, desde una instancia creativa
que manifieste la integración de la mente racional y la mente del corazón.
...Trataré de explicarme:
* Una escalera es un excelente medio de vinculación entre varios pisos,
pero puede transformarse en una valla insalvable para una persona con
cuadraplegia y su silla de ruedas.
* Una botonera vertical en un ascensor puede quedar muy linda, acorde
con el sentido de elevación; sin embargo, puede dejar marginadas a
personas de baja estatura, por ejemplo, a los niños. Por otra parte,
los botones usuales de cabina son ilegibles para los ciegos.
* Las alacenas inferiores de nuestras cocinas, si bien aumentan la
capacidad de almacenaje, son un serio obstáculo para una anciana que
necesite cocinar sentada.
* Un piso brillante en una escalinata o hall de acceso dará sensación
de pulcritud y limpieza, pero ¿imaginamos lo resbaladizo y peligroso de
este lugar cuando llueve?
...Construir desde el alma implica
darse cuenta que una simple rampa bien hecha, una botonera con
indicaciones en Braille, un pasamanos en el lugar adecuado, o un rebaje
de cordón de acera pensado para la gente, pueden transmutar barreras y
convertirse en instrumentos de integración, y que en tantos otros
elementos edilicios tan comunes en los que antes no habíamos reparado,
existe la posibilidad de ser re-pensados y de encontrar soluciones técnicas
integradoras, generadores de sonrisas, bienestar y realización.
...Producir estas aperturas de barreras
es ayudar a que más y más personas se incorporen a formas más dignas
de vida, a que adquieran mayor libertad funcional. Es también prestar
un importante servicio a la Comunidad, pero el gran descubrimiento será
que el mayor servicio y la mayor gratificación se lo irá brindando a
usted mismo en esta tarea, dignificándose como ser humano más
pleno."
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...A Construir Desde El Alma fue
el compromiso que tomé conmigo mismo y con creciente profundidad. Esto
haría en los nuevos edificios y curaría también las "patologías"
de los edificios existentes, fuesen estos públicos o privados.
...Sin Barreras I es el primer edificio
en América Latina pensado para que todas las personas puedan
utilizarlo, con locales comerciales, consultorios, oficinas y viviendas,
y con amplios espacios gratuitos
disponibles para organizaciones de la sociedad civil (ONGs), lo que
significa un amplio espectro de actividades y posibilidades de
participación para más y más personas.
...El edificio es un emprendimiento
ciento por ciento familiar pues, como es común en mi país, no existen
estímulos económicos externos ni gubernamentales para proyectos de
este tipo y, como ratificación de nuestro compromiso, los fondos para
iniciarlo fueron la totalidad de los patrimonios de mi hijo y el mío.
Gabriel recibió una importante suma como indemnización por su
accidente. Dinero que -según la sentencia judicial- debería destinar a
su rehabilitación. Si bien el dinero utilizado de esta manera no
rehabilitó totalmente su cuerpo, rehabilitó su alma y su espíritu...
y mucho más !
...Desde esta conexión interna
surgieron otros beneficios que se pusieron en práctica en mis obras: la
sensibilización a los problemas ambientales: la cromoterapia -que se
puede ver en la coloración de muros y vidrios- en la armonización
energética, al tomar en cuenta los conceptos del Feng Shui, al trabajar
con formas de relación más humanas con el personal obrero, por las
diferentes relaciones con las inmobiliarias, con las instituciones
financieras y con las personas que las dirigen y, por último, al
descubrimiento -desde mi propia experiencia y pese al escepticismo que
existía al respecto- que construir desde el alma también puede llegar
a ser una buena inversión.
...A partir de esta transformación
interior se constituyeron instituciones de servicio a los llamados
"discapacitados" con programas de auto-ayuda a ellos y para
sus familiares y amigos, cursos de formación de asistentes funcionales,
grupos de voluntarios trabajando para la reparación de las
"patologías por inaccesibilidad" a los edificios y medio
urbano, dos empresas constructoras -con denominaciones emblemáticas a
efectos de prever posibles "amnesias de sentido"-, y una
activa participación en los medios y organismos estatales a fin de
concientizar a la población sobre la importancia de aplicar estas
visiones integradoras como un elemento clave para la construcción de
una sociedad más compasiva.
...Y simultáneamente continúo la
progresiva rehabilitación personal y familiar.
...Luz Mariela (24) -con su diabetes
aceptada- es una activa maestra de inglés, estudiante universitaria en
la carrera de Organización y Dirección Institucional y vital operadora
en una organización de la sociedad civil.
...Ciro Gabriel (29) flamante graduado
como Licenciado en Administración de Empresas, de activa presencia en
organizaciones de servicio comunitario y frecuente referente en temas
educativos.
...
...Mi
niño que quería ser constructor, es ahora un adulto reconciliado
interna y externamente.
...Ana Inés y yo somos hoy
profesionales transpersonales, y en nuestra nueva institución -Fundación
Conciencia Sin Barreras- trabajamos con inéditos programas educativos
basados en disciplinas de apertura de la conciencia, destinados a poner
en práctica la espiritualidad en todos los aspectos de la vida
cotidiana. Una firme visión sostenida a lo largo de más de treinta años
buscando el Nirvana a través del descubrimiento del sentido del
Samsara para beneficio de todos los seres. Por ejemplo, en el
llamado "Viaje Mítico a la Posada del Silencio" los
peregrinos viajan y meditan en laberintos, mandalas gigantes, acceden a
rincones de desarrollo espiritual, umbrales y portales, y juegan con técnicas
lúdicas diversas destinadas a despertar la creatividad y el poder del
silencio interior.
...Hace unos sesenta años, jugando con
mi palita y la arena en la playa no podía vislumbrar el viaje que me
esperaba. El Ojo del Espíritu estaba entornado, seguramente más que
ahora. Sin embargo, intuía por entonces que la verdadera libertad
existe y la encontré al comprobar que mi profesión aludía a un
proceso de transformación, a un camino.
... La ingeniería significa para mí una
herramienta para mi construcción interna, la aventura de ir conectando
cuerpo, mente y espíritu, y la alegría de poder expresar estos
aprendizajes en mis obras para beneficio de toda la gente,
utilizando -ahora con sacralidad- los mismos materiales que cuando niño:
la madera, la arena, el agua y los ladrillos. Pude acceder a un atisbo
de esa experiencia liberadora porque acepté mi circunstancia y decidí
vivir de acuerdo a ella. ...Al seguir
esta línea ¿qué habrá por delante, en este proceso eterno?.
Julio
Avruj
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